REFLEXIONES


UNA MIRADA A MI PRESENTE PROFESIONAL.

Considero que en mi trayecto formativo mi trayecto formativo las experiencias que he experimentado son  relevantes y conforman un estilo de enseñanza y una manera de percibir a mis alumnos. El docente que soy es resultado de un proceso, aún joven, la suma de experiencias  en mi trayectoria, eventos que han marcado mi manera de enfrentar los diferentes retos pedagógicos que surgen en el desarrollo de un programa con los alumnos, Bolívar (1998) expresa: “Aquello que finalmente sea la carrera de un profesor  o profesora, será la creación conjunta de la interacción dialéctica entre lo que han querido ser  y los factores del entorno social” (p. 34). En acuerdo con el autor, me reconozco como un docente comprometido con mi trabajo, que hace  su trabajo con un gran cariño y respeto a mi profesión, estoy contento de ser participe en el crecimiento de los alumnos.

Respecto al trabajo con las matemáticas  he avanzado sobre todo en la metodología la cual busca generar en el alumno un reto, obstáculos contextualizados  que le motiven y le permitan aprender  y descubrir nuevas maneras de resolver problemas, descubriendo asimismo las relaciones entre los números todo ello intencionado hacia el desarrollo del pensamiento lógico matemático.

Actualmente   afirmo que soy maestro por convicción, creo  que mi trabajo es importante, dedicar mis esfuerzos a  brindar a los demás el camino del conocimiento y la formación de seres humanos. Admito  que la docencia  es  labor que me agrada y constituye como persona, creo que en mi corta trayectoria he logrado satisfacciones a nivel profesional y personal porque he  encontrado que “Para  estar a gusto en  las  aulas  es necesario  descubrir   que nuestro trabajo requiere  necesariamente  una  actitud de  servicio hacia  los  alumnos” (Steve, 1994 p. 48).

Estar en el aula es para mí un momento de libertad, gozo sentir la libertad de llevar a mis alumnos al conocimiento y la reflexión, coincido con  Esteve (1994) “Al final,  conseguimos ser dueños de nuestra forma de estar en clase,  conseguimos comunicar lo que exactamente  queremos decir y logramos  mantener una corriente de empatía con nuestros alumnos” (p. 50).


Mi vocación me ha permitido aprender todos los días, esto lo aprecio enormemente pero en lo personal, admito que es  mejor ver aprender y despertar conciencias, observar las preguntas de los niños, sus maneras de socializar, de resolver problemas y conflictos, la creatividad que poseen  y descubrir los talentos que hay en ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

HOLA LOS INVITO A RETROALIMENTAR MI E-PORTAFOLIO